Spotify: 5 millones de suscriptores, miles de artistas cabreados
Hace poco hablábamos por aquí de Spotify y sus planes. Ayer hubo novedades. Los suecos llevan solo un año en EE.UU. pero han aprendido rápido: evento en Nueva York, medios internacionales, pantalla gigante, cifras redondas de crecimiento, avalancha de novedades y peces gordos en el escenario (Sean Parker, Metallica...). Cualquiera diría que han nacido en el mismísimo Silicon Valley.
La start-up montó ayer todo este tinglado para contarnos que “va bien, muy, muy bien”, aseguró Daniel Ek, co-fundador y consejero delegado. Y es cierto, a medias.
Lo bueno: cinco millones de usuarios pagan religiosamente cada mes, un 25% del total. Pocos servicios online pueden presumir de semejantes cifras. Cuentan con un catálogo de 20 millones de canciones y añaden entre 10.000 y 20.000 cada día. Y acaban de presentar tres nuevas funciones para ayudarnos a descubrir más y mejor música: "Descubre", una sección que nos sugiere canciones según nuestros gustos; "Colección", para almacenar toda la música; y "Follow", un lugar donde seguir a famosos e “influencers” (esa palabra) y descubrir más música.
Todo genial, Spotify se hace más social, vale, pero (y esto es lo malo) sabe a poco, muy poco.
Ek pasó de puntillas, demasiado, sobre los dos puntos clave que lastran la compañía: las pérdidas y el pago a artistas. El año pasado Spotify perdió 59 millones de dólares con unos ingresos de 244 millones. Este año va por un camino parecido, según las estimaciones: 500 millones de ingresos y 40 de pérdidas.
¿Por qué? Spotify está fundiendo todo el dinero en expandirse a lo grande, en crecer internacionalmente, en mejorar el servicio... “Si no fuera por esa expansión, ya seríamos rentables”, dice Ek. Claro. El problema es que tendrá que seguir así durante muchos años para llegar a una base sólida, 100 o 150 millones de usuarios mínimo manteniendo el 25%-30% de pago. Y luego están las discográficas, que se embolsan al menos un 70% de todo lo que ingresan los suecos.
Lo cual desemboca en el otro grave problema: ¿qué se llevan los artistas? Peanuts. Ya es famoso ese 0,0096 dólares por reproducción del que se quejaba un cantante norteamericano. Y como él, miles y miles más. En iTunes la cosa no está mucho mejor, pero a Apple no le va la vida en ello. A Spotify sí. Y Ek no ha anunciado ningún cambio al respecto.
“Hemos pagado 500 millones de dólares a los artistas desde nuestro nacimiento”, dijo. Dinero que se llevan principalmente las discográficas gracias a acuerdos con los artistas nada ventajosos en lo digital; acuerdos sobre los que Spotify no tiene ningún poder. Cero. Por eso no pueden anunciar novedades al respecto. Ellos son los chicos hipsters del software, los contratos son cosa nuestra: palabra de discográfica.
Ese es el círculo vicioso en el que se encuentran metidos los suecos, pérdidas millonarias y miles de artistas cabreados porque para ellos, gracias a las discográficas, el streaming todavía no les beneficia en nada. Añadan la competencia (Rdio, MOG...) y el resultado es un perfecto laberinto. Ojalá encuentren la salida.